Los cuatro jinetes del apocalipsis country
Garth Brooks, Taylor Swift, Blake Shelton y Scott Borchetta La portada del disco de Dale Watson “From The Craddle To The Grave” de 2007 presagiaba el fin de la música country tal y como la conocíamos. Dale elegía otros derroteros: abandonar el barco Country y lanzarse a la aventura de crear un género musical diferente, Ameripolitan, que ya cuenta con una asociación y unos premios que son, esencialmente, música country de raíces. Podemos elegir muchas fechas para la defunción de la música country en los circuitos comerciales copados por el bro-contry y el nashpop, donde menos del 5% de la música se puede considerar country contemporánea, siendo indulgentes. Pero son, tal vez, el fallecimiento de George Jones en 2013 y la retirada de George Strait de las giras en 2014, los que nos hicieron darnos cuenta de la asfixia y el desamparo en el que se encontraba, a nivel cultural, la música country como música popular contemporánea de raíces: aislada y recluida a nivel regional. Ya