Elizabeth Taylor. Adiós a una leyenda.
La dama sobre el tejado de zinc caliente Las estrellas del firmamento dorado de Hollywood, al igual que las de la música country, se van apagando una a una. Esta semana murió una de las últimas y más grandiosas, Elizabeth Taylor. Una actriz de rango superior y belleza extraordinaria que participó en algunos de los títulos más míticos de la meca del cine. Elizabeth Taylor era una reina del celuloide por derecho propio, tenía dos Premios Oscar, un Globo de Oro, el BAFTA y el David de Donatello. Elizabeth Rosemond Taylor, conocida, además, por su nombre abreviado: Liz Taylor (abreviación que odiaba) nació en Hampstead, Londres, en 1932. Era hija de emigrantes americanos en Inglaterra, pero antes de comenzar la Segunda Guerra Mundial la familia Taylor se volvió a su país de origen. No obstante esa dualidad que jugaba con la elegancia serena británica le acompañaría a lo largo de toda su vida. De hecho Taylor ostentaba el título de Dame Comandante del Imperio Británico, equivalente al tí